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Definición

La selectividad tiene por objeto conseguir que sea la derivación afectada por un defecto la que quede desconectada por la protección. Para coordinar la protección usando interruptores diferenciales se consideran dos métodos: a) Selectividad horizontal: consiste en trasladar la protección diferencial de cabecera a las salidas de aguas abajo, con lo que la desconexión se limita a la parte afectada por la falta. Esto sólo es posible si el interruptor automático de cabecera y los interruptores automáticos de las salidas están emplazados en el mismo cuadro o en cuadros colocados lado a lado. También se llama selección de circuitos. Si todas las derivaciones están protegidas por un diferencial, se puede eliminar el diferencial situado a la entrada de un armario o cuadro, y se pueden usar dispositivos con tiempos de disparo idénticos. Sin embargo, algunas cargas, como las fuentes de alimentación de ordenadores, pueden provocar disparos intempestivos. En ese caso el diferencial puede incorporar cierto retardo en su tiempo de disparo. b) Selectividad vertical: puede ser amperimétrica, cuando se utilizan diferenciales menos sensibles al comienzo de la instalación, o cronométrica, cuando los retardos en el disparo son cada vez más pequeños según se desarrolla la instalación aguas abajo.

Términos vinculados:

• Clases de diferenciales según la forma de onda
• Diferenciales según su forma de instalación